Obras ganadoras 5to. Concurso Internacional "Dilectus meus pet"

Obras ganadoras

Perú (Venezuela)

Venezuela

Colombia (Dinamarca)

1er. Lugar

EL RECUERDO DE VALIENTE

         Aun recuerdo a mi bien amado peluche, un perrito de la calle, de cuyo imborrable recuerdo aún está en mi corazón… Y si él me dedico sus mejores momentos de alegría, magia y amor; es justo que le dedique estas líneas y cuente su historia…

         Hace un año regresaba a mi casa de la escuela, iba caminando sin el menor descuido, siempre fui un niño tranquilo y un poco retraído; quizás tenía muchas historias que contar y alegrías que compartir, pero pocos con quien compartirla. Pasaba por la acostumbrada avenida, por la misma tienda y quizás dando el mismo número de pasos que siempre daba, sin embargo al poco rato note que algo me seguía; detuve mis pasos y mire a todos lados y no pude ver a nadie, sin embargo sentí dos patitas que se apoyaban en mis piernas, agache la cabeza y vi a un perrito de color caramelo que movía la cola plácidamente, me moví hacia un lado, pero él se volvió a acercar a mí, le dije que no me siguiera, así que me di media vuelta y camine sin mirar atrás. Me movía más rápido, y sabia que el perrito me seguía, al cruzar la calle me di media vuelta y lo vía en la otra acera sentado mirándome; pensé que lo podría dejar ahí, pero volví a verlo y me dio la impresión de que iba a cruzar esa peligrosa calle solo por mi; así que me devolví lo tome entre mis manos y el puso su cabeza en mi hombro y desde ese momento se gano mi cariño, desde ese momento dejaría de dormir en las calles, desde ese momento ya no pasaría más hambre y sobre todo no le faltaría amor.

         No me fue difícil convencer a mis padres de tenerlo en casa, ambos asintieron y yo no podía estar más agradecido de ello, le puse por nombre Valiente debido a la valentía que demostró al querer pasar la calle el solo; y desde ese momento surgió una bella amista, nos divertíamos, lo llevaba de paseo en la canasta de mi bicicleta; todo era fantástico, hasta cierta tarde, cuando lleve a Valiente al parque; lo deje al cuidado de mi bicicleta por un momento mientras yo iba a comprar un refresco para mí y unas galletas de coco de las que tanto nos gustaban comer, todo fue tan rápido; mientras estaba comprando un maleante robó la bicicleta, y Valiente fue corriendo tras de ellos, yo al escuchar las ladridos  fui corriendo para alcanzarlo. Pero fue inútil, él iba en la bicicleta; sin embargo Valiente siguió corriendo hasta que lo perdí de vista

         Caminé otras tres cuadras llamando a Valiente, y justo a un lado de la calle yacía Valiente, atropellado por algún vehículo, quise mirar a otra parte y borrar lo que había visto, pero ya era demasiado tarde, me sentí fuera de mi, aun con lagrimas en los ojos busque una caja en la cual meter su cuerpo, no podía dejarlo ahí, lo metí en la caja que encontré y junto a él coloque sus galletas favoritas, olvide por completo la bicicleta…

          Lo enterramos al otro día en el jardín

         Ha pasado el tiempo y ahora siento que Valiente me ha enseñado muchas cosas, el dar oportunidad y el de demostrar amor por algo que aun no amas… estoy seguro que Valiente hubiera deseado que pensara así…

                                                                                             Jose Luis Malca Atencio

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2do. Lugar

LOS  PÀJAROS

Los pajaritos de Javier

forman una sinfonía

y me suelen despertar

cuando va aclarando el día.

Manuel Enrique en su coche,

los contempla en la mañana,

se entretiene con los trinos

que se escapan en derroche.

Chirulì, Arroceros,

Alondras y Pico e plata,

el los cuida con esmero

coloca alpiste en sus latas,

conchas de coco,

para que del amor hagan

su más tierno nido

y a esas jaulas primorosas,

le brinden gran colorido.

Los periquitos bullosos

se sacuden los piojitos,

cuando se quedan dormidos

parecen unos viejitos.

Los pajaritos de Javier,

son su más tierna ilusión,

pues cuida los animales

con todo  su corazón.

                                                                Trina Leé Montilla de Hidalgo

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3er. Lugar

EL NIÑO Y SU MASCOTA

Caminando por el césped, una oruga lo seguía,

el niño daba un saltito y la oruga a un lado se hacía;

los niños que por ahí jugaban, viéndolos se reían,

la oruga algo asustada, tímida se movía.

Mucha algarabía, se forma ese hermoso día,

en corrillos los pequeños, alegres se ponían,

sus caritas mostraban, cuánto eso les divertía;

al abrir y cerrar sus ojos, la oruga los veía.

El pequeño de cinco años, de súbito se arrodilla,

toma la oruga en sus manos, y un tierno beso le estampa;

el animalito agradecido por su brazo se le trepa,

con su resortado cuerpo, a la oreja del niño llega.

Ya arriba en ese lugar, la oruga toca a la puerta,

al niño le cuenta que siempre ha estado a su lado

y que en sueños lo había sentido llorar, muy desolado

y que su mascota seguir siendo quería, mientras crecer lo veía.

                                                                            Esneda Eugenia Sierra Sánchez

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Mención honrosa

España - Argentina

PECOSO

“Quiero adoptar un perrito”

dice Inés a sus papás,

yo le daré de comer

y sacaré a pasear.

Cómo es una niña buena

alegre y muy obediente,

sus padres van a buscarlo

a la mañana siguiente.

Cuando llega del colegio

Inés tiene una sorpresa,

ha visto que algo se mueve

tras las patas de la mesa.

Oye un gemido lejano,

su corazón late fuerte,

¿Será lo que está pensando?

Ve a sus padres sonrientes.

¡Es un perrito precioso!

Inés con mucho cuidado,

le acaricia susurrándole

y se ha tumbado a su lado.

Tiene el cuerpecito blanco

la cara llena de pecas,

pero le quiere al momento

a pesar de ésta rareza.

Sus padres ven muy  contentos,

cómo cuida de Pecoso,

les gusta el nombre del perro

y se sienten orgullosos.

                                                                           Marisa Alonso Santamaría

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OJOS MIEL, PATITAS BLANCAS

La humedad de tus ojos miel,

     golpea las puertas

           de mi castillo gris.

               Es Año nuevo.

                   El cielo estalla multicolor

                       con  fuegos artificiales.

                             Todos festejan en familia…

                          La mía está con otros.

                   Me dejaron sola,

              en esta noche de alegría.

          Mis gotitas de tristeza,

      te salpican,

           y las secas con amor.

                Solo tú estás.

                      Solo tú me miras.

                           Tienes miedo las bombas

                   y lloras conmigo.

          Me besas y vuelves a besar.

    Me recorres, sin palabras…

       Das vueltas y en cada vuelta

           se va llenando la casa.

             Ay negrita mía,

                brillo de luna en la mirada,

                      luciérnagas del cielo en el pelo,

                          giros de calesita interminable,

                              tienes magia en movimiento.

                                    Ellos se fueron, me dejaron sola.

                                        Solo a ti te importo,

                                            Ay negrita mía,

                                                ojos miel, patitas blancas,

                                                   cola en molinete, hocico húmedo

                                                     ¿Qué sería de mí, si no existieras?

                                                                  Seudónimo: Anita Martínez