lunes, 29 de julio de 2013

Cuentos ganadores de Pueros in hiberna

  4to. Concurso Internacional de Cuentos


"Pueros in hiberna"
2013

F E L I C I T A C I O N E S
 
1er. lugar 
Las vacaciones de invierno de Jacob

Sonó la alarma esa mañana de invierno, 
- ¡las vacaciones llegaron!, 
era el último día de clases,  Jacob muy contento se levantó y fue donde su mamá, la abrazó y le dio un gran beso y secretamente le comentó: _ mañana nos vamos donde la Chuchu de vacaciones. 

La Chuchu era su abuela materna que vivía  en Nueva Imperial, pueblo que quedaba al sur de Chile, es aquí donde se encuentran en su mayoría las comunidades mapuches. 
La chimenea humeaba, y la señora Ana Millacura muy contenta preparaba la casa para recibir a su nieto, al que ella llamaba cariñosamente Tañi Coñi (que en mapudungun significa mi niño). 
Llegó esa mañana tan esperada, acabado el desayuno tomaron bolsos y maletas y Jacob tomo su tan necesario computador. Salieron de La Peña con rumbo al sur. El viaje fue muy largo, a través de la ventana del tren se entretenía mirando los cerros cubiertos de pinos (uno al lado de otro), parecían verdaderos centinelas aguardando el camino. Todo era muy verde, llovía intensamente… y el frío se había concentrado en esa larga carretera. Jacob acomodándose se acurrucó al lado de su mamá quedándose profundamente dormido.

A minutos de llegar a Nueva Imperial, el pitazo del tren despertó al Tañi Coñi.
_ ¡mamá! y bostezando dijo _ ¿Cómo estará mi Chuchu?
_ Esperándonos _ afirmó su mamá.
Y mirando por la ventana divisó a su abuela: - Chuchu, Chuchu, Chuchu,
-      Tañi Coñi, Tañi Coñi, Tañi Coñi… Ana caminaba rápidamente por el andén hasta que el tren  se detuvo. Se abrazaron fuertemente, Ana lo llenó de besos, le acarició su frente y balbuceó:- Tañi Coñi, Tañi Coñi, Coñi Reimu .
Se subieron en la carreta y se fueron en dirección hacia la casa de su abuela, ya estaba oscuro cuando llegaron, en brazo lo bajaron, y acostaron en una cama hecha de paja.
Al despertar se dio cuenta que era otro día, después de dar una mirada en derredor, levantó la cabeza y vio a su abuela junto al fogón, - Chuchu, ¿Qué rara es tu casa? y ¿ese tambor?, ¿tantas lanas colgando en ese cuadrado?, Jacob estaba muy asombrado, descubriendo este mundo desconocido para él, lleno de preguntas.
Su abuela le invitó a acercarse al fogón, lo tomó en su falda y le contó:
-      ésta casa es una ruca, hecha con un armazón de troncos cubierta con     paja, yo soy hija de mapuche, los mapuches somos gente de la tierra,    ¡originarios! y ese cuadrado es un telar, tradicionalmente se teje en él con lanas de oveja  que son teñidas con raíces.
-      Chuchu y… ¿ese tambor? Ese es un kultrun, instrumento musical, está fabricado con madera de un árbol llamado Canelo,  la superficie es de cuero de oveja y los dibujos que ves representan el universo mapuche, para darle sonido se golpea con un palillo envuelto en lana.
De pronto un grupo de niños interrumpieron la conversación, - aló , aló , aló .  Salió doña Ana, y detrás de ella Jacob, eran Millaray, Nahuel y Cayupan y dijeron a voces: _ nos contó un pajarito que la vino a visitar su nieto, el  que vive en la ciudad, queremos invitarlo a jugar y a recorrer el lugar, ya que amainó, dijeron los niños.
Entraron a la ruca para esperar a Jacob que desayunara. Luego salieron a recorrer el lugar, los rayos del Sol los acompañaban, corrieron por el campo - Nahuel le dice a Jacob: - ¿Quién llega primero al Canelo? - ¿Canelo?, mi Chuchu me habló de él, respondió Jacob, ¿sííí?, el Canelo es un árbol sagrado acotó Millaray . Caminaron, corrieron, jugaron, saltaron, ¡mira!, ¡mira! esa flor que  roja y  bonita es, sí dijo Cayupan, es un copihue, su color representa la sangre araucana y sólo está en el sur de Chile.
Llegando la tarde, de regreso a la ruca, se sentaron, comieron piñones, pan amasado y un rico ulpo, todo calientito. Luego de un rato los niños se despidieron de Jacob, al cual  bautizaron como Reimu, que en mapudungun significa “Mi arcoíris “.
Así pasaron los días, entre juegos, caminatas, conversaciones y sin darse cuenta llegó el momento de despedirse.
La Chuchu y los amigos del sur fueron a dejar a la estación a Jacob Reimu.
Mari-mari Reimu, le gritaban Nahuel, Millaray y Cayupan.
De regreso a La Peña, sonó la campana del Colegio John Crane , dando el inicio a las clases del segundo semestre.
¡Buenos días niños!
-      Buenos días Tía Dayan.
¿Cómo estuvieron las vacaciones?
-      Todos a la vez  contestaron ¡Entretenidas!
Bueno, ahora saquen una hoja de block, sus lápices de colores y dibujen lo que hicieron en sus vacaciones de Invierno.
-      Jacob, ahora llamado Reimu, recordó la ruca… el kultrun… el telar… a su Chuchu… a sus amigos y al enorme Canelo.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado, si quieres que te lo cuente otra vez, cierra los ojos y cuenta hasta tres.

                                                                                   Victoria Hormazabal
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2do. lugar 
Gastón


Era un frío domingo de invierno, pero Jaime se levantó muy temprano para mirar por la ventana.
- ¡Ha nevado! ¡Ha nevado! Gritó despertando a todos los de la casa. Los gemelos, Carlos y Andy, se levantaron con los pelos de punta y aún medio dormidos  se aproximaron también a la ventana.
¡Ha Nevado! ¡Ha Nevado! Gritaron a la vez imitando a su hermano mayor con su lengua de trapo y fueron corriendo a la habitación de sus padres.
- ¡Chicooos! protestó su madre metiéndose debajo de las sábanas, ¡Hoy es domingoooo! -
Pero los tres niños corrían dando saltos nerviosos alrededor de la cama del matrimonio tirando del edredón.
- ¡Está bien enanos!- Dijo su padre dando un salto y levantándose de la cama.-Pero primero hay que desayunar.
Tomaron un tazón de cacao con leche, un vaso de zumo de naranja y unas tostadas de pan con una deliciosa mermelada de fresa cada uno. Después se fueron a lavar los dientes y a vestir  sin protestar para salir a la calle lo antes posible.
Llevaban puesto un chándal, un anorak, bufanda y gorro de lana, unas coloridas botas de agua sobre unos gruesos calcetines y unos guantes.
- ¿Preparados? - dijo el padre abriendo la puerta que daba al jardín.
- ¡Siiiiiii! - gritaron los tres mientras su madre les iba subiendo la capucha según salían al exterior.
Corrían de un lado a otro del jardín entre risas, mientras hacían bolas de nieve para tirárselas después los unos a los otros.
Se oyó una enorme carcajada cuando Jaime resbaló y cayó al suelo.
- Papá - dijo Jaime mientras su padre le ayudaba a levantarse del suelo
-¿Nos haces un muñeco de nieve?  - preguntó.
- ¡Siiii¡! gritaron otra vez los gemelos encantados con la idea.
- ¡Está bien chicos! - Dijo el padre - pero necesitaré toda vuestra ayuda.
Se puso a dar forma a una enorme bola de nieve rodándola por el suelo. A la vez,  Jaime  imitaba a su padre haciendo una bola más pequeña.
El padre puso la bola pequeña encima de la grande y cuando logró que se quedaran sujetas dijo sin mirarles:
- ¡Ya tenemos el cuerpo y la cabeza!
- ¡Carlos! - dijo llamando la atención del pequeño.
- Busca dos piedras pequeñas y redondas que nos sirvan para hacer los ojos.
- Y tú Andy – continúo - busca una rama flexible para hacer la boca. -
Mientras, Jaime había entrado en la casa pidiendo a su madre ropa para vestir al muñeco.
-A ver lo que encontramos por aquí - dijo su madre abriendo la puerta de un armario.
- ¡Esto nos puede servir! - Dijo sacando una larga bufanda de colores y un viejo gorro de lana azul. Jaime se lo quitó de las manos con impaciencia y salió corriendo.
- ¡Espera! - le dijo su madre reteniéndole - ¡Tengo una idea! -,  y se dirigió a la cocina ante la mirada interrogante del niño. Abrió la nevera y sacó una larga zanahoria.
- Se la pondremos de nariz  - Dijo sin dudar.
Jaime corrió, ésta vez sin esperar a su madre, y cuando llegó vio que el muñeco ya había cobrado vida con los ojos y la boca recién puestos.
Su padre levantó en brazos a Carlos y dando vueltas alrededor del muñeco le enrollaron la bufanda al cuello. Después levanto a Andy que le puso cuidadosamente el gorro.
Enseguida apareció su madre y le puso hábilmente la zanahoria de nariz. Jaime se acercó a por una escoba que estaba apoyada en la pared del invernadero y se la puso de bastón.
- ¿Qué nombre le ponemos? – preguntó después cuando todos miraban satisfechos rodeando al muñeco.
-A mí me gusta Gastón - dijo la madre esperando la aprobación de todos.
- ¡Gatón, Gatón! - gritaron aplaudiendo los gemelos.
- ¡Esperad un momento! - dijo el padre entrando rápidamente a la casa. Al momento apareció con un trípode y una cámara de fotos. Todos se colocaron alrededor del muñeco muy quietos y sonrieron. Justo cuando sonó el clic de la cámara al hacer la foto, Jaime miró a Gastón de reojo y le pareció que le sonreía.

          Esto es verdad y no miento, como me lo contaron te lo cuento.

                                                                     Marissa
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                                      3er. lugar 
                 El dolor de los niños


¡El frío se podía sentir hasta en los huesos! en aquella noche tan oscura, donde la lluvia y la nieve azotaba sin piedad ni clemencia a todo el pueblo, y a todos los que lo habitaban. Incluyendo a Juan, Julia y a sus padres quienes vivían en una pequeña casita tan mal hecha que no era posible que aguantara ¡un segundo más la enorme tempestad! que la madre naturaleza había enviado aquella noche, donde la desgracia tocaba la puerta de todos.



La combinación de nieve y lluvia era fatal y todos sabían que seguramente a la mañana siguiente (si sobrevivían a la tempestad) los medios de comunicación le darían a la faz del país terribles noticias sobre desapariciones y muertos.



Juan tenía 11 años y Julia 9, ambos niños vivían junto a sus padres Don Ernesto y Doña Clemencia, una familia humilde pero muy trabajadora que vivían por sus hijos y para sus hijos.



Todos en el pueblo los respetaban y admiraban por su enorme esfuerzo para salir adelante ante las adversidades de la vida.



Don Ernesto trabajaba en una factoría donde tenía que laborar día y noche en muchas ocasiones meter doble tiempo extra para poder llevarle algo de comer a su familia.  En el caso de Doña Clemencia era un poco diferente, ella trabajaba como doméstica en una casa familiar en las afueras del pueblo, donde los dueños de la misma la querían y ayudaban porque sabían que lo necesitaba.



Juan y Julia eran buenos niños tenían buenas notas y eran muy queridos en su escuela, la maestra admiraba su determinación y sus ganas de prosperar, de crecer rápido y así poder ayudar a sus padres para salir de la extrema pobreza en la que les tocó vivir.



Sin duda alguna eran niños valiosos y de admirar. Pero esa noche ¡no era cualquier noche! era una noche donde el invierno había llegado al pueblo sin clemencia, ni piedad. La lluvia y la nieve se habían combinado para destruir todo a su paso, y la humilde morada estaba a un paso de ser destruida también. El pobre tejado estaba a punto de venirse abajo, las paredes no soportarían más y todo parecía estar perdido.



Aquella noche de invierno los niños estaban a un paso de perderlo todo en tan sólo un instante.



Y así fue, la tempestad no tuvo clemencia con ellos y se llevo todo a su paso casas, hoteles, escuelas todo desapareció en aquella noche, donde todos lloraron y entendieron que había llegado el fin.



Juan y Julia fueron los que más lloraron, porque junto con su casa también habían perdido a sus padres que en su afán de protegerlos entregaron sus vidas al creador. Todos en el pueblo prometieron ayudarlos a seguir adelante, pero nadie podrá entender nunca el dolor de los niños al menos - claro está - que se pongan en sus zapatos.



En aquella noche terrible de invierno los niños perdieron todo: Sus padres y su hogar al mismo tiempo.



Se convirtieron en los niños que en invierno lo perdieron todo y el dolor se apoderó de sus almas para siempre.



Y aunque testigo no he sido así me lo han referido.

                                                                                   Robert Goodrich V. 

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Y colorín colorado este concurso de cuentos se ha acabado, si quieres participar otra vez lee las bases y participa este mes.











 
                            



 

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